Ella nunca se enteró de lo que a él le sucedía. Nunca optó por preguntárselo. Quizás, sí lo hizo, siempre lo hizo ausente. Confusa y ausente, nunca fue capaz de acercarse a él lo suficiente. Él, por su parte, siempre estaba ausente. Era cierto que para él, ella era lo que le faltaba, lo que completaba …