Jacinto


Jacinto se encuentra con otros niños que hacen cola para matricularse a quinto de primaria en la escuela Eugenio MartínezPero Jacinto no está haciendo la cola. Debe entregar un trabajo manual que tiene en una bolsa de plástico. Allí hay algunos palitos amarrados con pitas y pegados con colbón. No encuentra a su maestra y se halla angustiado porque ha perdido el año y su madre le da una paliza si esto es cierto. Una alternativa es que entregue este trabajo y así no pierda el año por materias y pueda recuperar las otras asignaturas.

La mamá de Jacinto tiene un puesto en la plaza del pueblo en donde vende frutas, papa, yuca y arracacha. Según me cuenta mi hermana que enseña música en esta escuela, su marido la ha abandonado y con Jacinto son cuatro hermanos que ella debe alimentar.

Genius

En la Plaza de Mercado (2002)

Un joven de unos veinte  años me escoge unos plátanos maduros que coloca en una bolsa. Al entregarle el dinero observo su cara y sus cabellos desordenados que caen sobre la frente.

‒ ¿Te acuerdas de mi? ‒ Le pregunto con una sonrisa.

‒ ¡No señor! ‒ Me responde mirándome con curiosidad. ‒ ¡Ah!, es el hermano de la profesora Gladis, la de música de la Escuela Eugenio Martínez-, replica, con entusiasmo mirándome a los ojos.

‒ Si, exactamente. ‒ Respondo, dándole mi mano para saludarle. ‒ Como estas de grande ya eres un hombre hecho y derecho.¿Siguió estudiando, qué pasó con tu quinto de primaria?

‒ Perdí el cuarto de primaria y no volví al colegio; me dedique a ayudar a mi mamá en el negocio. Este año curso el ciclo tres en la nocturna-me responde, limpiándose las manos sobre el overol azul que lleva puesto.

‒ Pues lo felicito muchacho, muy bien. ‒ Repuse despidiéndome, apretando mi mano con la suya.

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