Seria genial…
Estoy tratando de convencerlo
Que al menos por un día
Me deje ser él
Y que por supuesto, él sea yo,
Creo que mi perro aún lo duda,
Ser el amo sería complicado,
Estar a tras mío diciéndome:
Perro no se atraviese,
No moleste a la gente que pasa,
Donde se revolcó.
Pero a mi si me encantaría ser mi perro
Ruffo Eduardo,
Con su pelaje blanco,
Sus ojos juguetones,
Su carácter tan estable,
No me bañaría,
No asearía mis dientes,
Sería libre.
Molestaría a los vecinos
Perseguiría gallinas
Y para que me consientan
Movería la cola.
Que vida de perro tan esplendida,
Como me gustaría que aceptara el trato.
Haría lo que quisiera,
No me preocuparía si vienen señoras
Cuando orino postes,
Me pelearía con mis vecinos perros
Y al rato seríamos otra vez amigos,
Sin demandas ni queja alguna.
Pero se que mi perro nunca aceptará,
Se que le parece ridículo
Pasarse toda la noche
Escribiendo poemas.
A él no le gusta perfumarse
Y mucho menos preocuparse
Por los días que pasan,
Cuanto me gustaría
Ser mi perro Ruffo Eduardo,
Para no complicarme la vida
Y pasar la efímera existencia
Como realmente soy.