Pintores impresionistas catalanes en Mallorca
Los mejores y más reconocidos pintores catalanes encontraron su mayor fuente de inspiración en la isla de Mallorca, en España. Durante el siglo XIX y a principios del XX estos artistas descubrieron en la isla un sinfín de posibilidades de inspiración que, más allá de las formas, les brindaban los rayos de luz y la preciosidad de sus paisajes. Como anticipándose al futuro, a lo actual y más inmediato, muchos pintores impresionistas en Mallorca vieron en la isla una musa que les daba cada día lo mejor de ella.
Fue esta pequeña tierra, sin duda, una de las más importantes atracciones para los artistas que hicieron parte de la época dorada de la pintura mallorquina y la gran oleada de impresionismo catalán en Mallorca. Artistas como Ricardo Anckemann, Joan O´neille y Antonio Ribas fueron los pilares fundamentales de la escuela impresionista mallorquina, se obnubilaron por la majestuosidad de la luz y los paisajes de la isla. Muchas de estas obras de los pintores impresionistas catalanes se pueden encontrar en la colección de Balclis, que facilita el acceso al fascinante mundo del arte moderno.
Pintores impresionistas catalanes y sus cuadros plenos de color
Entre los pintores impresionistas catalanes a destacar, se encuentra Santiago Rusiñol, como uno de los promotores del movimiento modernista. El artista encontró en la isla de Mallorca su fuente de inspiración para muchas de sus más grandes obras. Rusiñol se especializó en el paisajismo, tanto rural como urbano, por lo que la isla siempre fue perfecta para el desarrollo su proyecto artístico.
En 1901, después de muchos viajes, Rusiñol llegó a la isla acompañado de Joaquim Mir, otro de los artistas catalanes que promovieron el auge del impresionismo en Mallorca, Mir influyó mucho en el trabajo de los pintores isleños, al punto de considerarlo el padre del impresionismo mallorquín. Mir estaba obsesionado con los colores, la amplia gama de estos están presentes en sus obras, un trazo estridente y colorido, era su imprenta, que contrastaba con la calma y la estructura de Rusiñol, un artista que siempre se encontró a gusto en la isla gracias a la calma que esta le generaba.
El impresionismo en la pintura catalana también nos dejó otros importantes expositores, como Anglada Camarasa, o «Hermen», como también se le conocía, a su llegada a Mallorca. El artista catalán se transformó, le dio un vuelco total a su trabajo, y quiso darle una interpretación diferente al paisaje, pasando de ser un decorativista a un realista imaginario. Durante su estancia en Mallorca, llegó acompañado de algunos de sus discípulos del taller-escuela situado en Rue Ganneron, en París. Hermen pasó 30 años de su vida en la isla, la mayor parte del tiempo en Pollensa.
No podemos dejar de mencionar que junto a Camarasa, también destacó Eliseo Meifrén, un pintor exquisito, para muchos, discípulo de Antonio Riba, Meifrén pasó su madurez en la isla, donde encontró el dinamismo en sus obras, amplias tonalidades destacan en sus cuadros, destacando los verdes, azules y grises, expresivo, decisivo en su trazo, Meifrén nos dejó también una amplia obra que disfrutar durante su paso por la isla.