Ella no era de aquí
La primera vez en notar algo extraño, fue en aquella ocasión, cuando al levantar el brazo como señal para detener el autobús, un gallinazo se posó en su mano y la observó con expresión devoradora. En las noches se caía en sueños confusos y perturbadores, y siempre un aleteo insistente en los vidrios del ventanal …