Con su cámara en la mano, y la maleta sobre sus hombros, el artista Harry Fisch emprende su travesía fotográfica por los lugares más exóticos del mundo. Frecuentemente visita la India, países como Tailandia, Camboya, Laos, Vietnam, Nepal y, en otras ocasiones, cruza el océano para visitar los lugares más recónditos de Latinoamérica.
Harry Fisch es un fotógrafo español que ha viajado por más de 45 países y su especialidad está entre los límites de lo que se conoce como fotografía de viajes y el documentalismo. En el año 2012 estuvo a poco de ser seleccionado ganador del National Geographic Photo Contest y en el año 2013 fue seleccionado como finalista de Sony World Photo Awards entre 46.000 participantes de 140 países.
El objetivo de Harry Fisch es contar historias a través de la fotografía. Para llegar a esto, el fotógrafo prepara sus viajes del mismo modo que un jugador de ajedrez va desarrollando poco a poco su estrategia; prepara un guion, se documenta sobre la luz y la orientación del sol y, por supuesto, establece los contactos necesarios para asegurar su llegada. Finalmente su espíritu nómada lo guía hacia el encuentro de las historias que deben ser fotografiadas.
Desde hace más de 15 años el fotógrafo viajaba en solitario, pero decidió que sus viajes no debería emprenderlos solo. Así es que creó Nomad Photo Expeditions y, con la fotografía como excusa, se propuso encontrar acompañantes para explorar diferentes lugares del mundo, descubrir realidades y encontrar esas historias que debe transmitir la fotografía.
En este año 2017, Harry Fisch planea viajar acompañado a Cuba, a los festivales de Bután y Nepal y a la India al ritual de Theyam y en el año 2018 a Etopía, China, Perú, Mongolia, por nombrar algunos pocos destinos. Para los amantes de la fotografía, estos serían unos viajes de ensueño.
Con poco equipaje, una cámara y un objetivo, el fotógrafo nos ha demostrado que se le puede dar la vuelta al mundo y retratar las mejores historias. Como el mismo lo dice: “la fotografía se hace con la mente y el corazón”, la técnica puede ayudar un poco, pero sobre todo lo más importante mirar, observar, no disparar de manera desbocada, la idea es: “jugar al ajedrez mientras te persigue un tigre”.
Aquí les dejamos una pequeña galería de sus fotografías para navegar por sus historias.