El secreto, ladrón enmascarado, huye anhelando oídos sordos. –Hay más sordos de los que esperaba – (se murmura para sus adentros), pero son más los mudos: henchidos con la voz en la garganta. Para salir del encierro gutural, el secreto carcome a su portador. Un caso archivado que, por robar silencios, se le concede …