Fue dado a la tierra antiguamente
Un sendero de agua,
Corriente sagrada de silenciosos sonoros
Refugio de espíritus y lunas
Morada de dioses
y camino que viajó con los hombres.
Descendía como el antiguo viento
Entre resplandores de peces, piedras
Y misterios que habitaron sus orillas
Rio tejido por la profunda sabiduría
De deidades milenarias
Sendero que fue de balsas y de remos
Resplandor abierto bajo el cielo
Que como enorme serpiente
Desplazaba su paciencia
Desde sus aguas, la dulce Ocarina
Hizo danzar a la mítica Huitaca
Sobre el colorido vuelo de los pájaros
Funza, Funza, poderoso y sagrado
Raudal de antiguas sementeras
En el fondo de su lodo
Duermen los antiguos rituales.