¡La Lengua es la Patria!
Si este grito de los polacos oprimidos, sentimiento de todo pueblo avasallado por armas extranjeras, puede parecer una exageración, es indubitable que la lengua es a lo menos una segunda patria, una madre que nunca nos abandona, que nos acompaña en la desgracia y en el destierro, alimentándonos siempre con sagrados recuerdos y halagando nuestros oídos con acentos de inefable dulzura.
Acta de Fundación Academia Colombiana de la lengua
Índice
El papa Juan Pablo II frente a la Nacho
Ese día, el miércoles 2 de julio de 1986, por casualidad, o por manos no santas, se fue el agua y la electricidad en la Universidad Nacional de Colombia. Los laboratorios, el esterilizador de calor, el proyector de filminas del que tanto se valía el doctor Arturo Pinto para enseñarnos patología y cuanto aparato funcionaba con energía eléctrica quedaron inutilizados. Todos encontraron la excusa para no hacer las labores correspondientes. Los estudiantes quedamos libres de responsabilidades académicas por lo menos durante un rato y, con un día tan hermoso, salimos en manada junto con los trabajadores, administrativos y profesores hacia la calle 45. Esa mañana la carrera 30 y la calle 45 estaban cerradas. No había automóviles ni buses, todo el espacio era para la ansiosa humanidad. Algunos no sabían qué sucedía. En todo caso, no se trataba de protesta alguna, sino que el Papa Juan Pablo II iba para el templete eucarístico, donde antes, en 1968, había estado el Papa Pablo VI.
Un Mercedez-Benz blanco venía por la calle 45 y, en él, Juan Pablo II, el papa poeta, el ‘magno’, como lo designa el profesor Bogdan Piotrowski. Fueron apenas unos segundos. Vi al Papa sentado en el automóvil —yo no recuerdo que fuera el papa-móvil— y, luego, dando la espalda, volteó a coger la carrera 30, rumbo al parque Simón Bolívar. Creyentes, católicos o no, la emoción embargaba a quien lo veía pasar. Las lágrimas brotaron de mi compañero Juan Pablo Combariza, que estaba al lado mío. De verdad que el carisma de este Papa florecía con una energía radiante capaz de propagarse a quien estuviera cerca. Fue un momento de esos que nunca se olvidan.
Bogdan Piotrowski habla de la Providencia, como un fenómeno encauzado por Dios. Ésa Providencia hará que, cuando hablemos de aquel lingüista, tengamos como referencia al Papa Juan Pablo II y su obra literaria.
Karol Wojtyla y Bogdan Piotrowski
La misma Providencia haría que el doctor Bogdan Piotrowski fuera escogido por Juan Pablo II para ser el traductor de su obra literaria al idioma español. La figura, la obra y las enseñanzas del papa poeta estaban en las mejores manos. Años atrás ellos se habían conocido en la Universidad Jagellónica de Cracovia: Bogdan Piotrowski, estudiante, y Karol Józef Wojtyla, profesor de la universidad, quien, además, organizaba muchas veces tertulias, retiros y conferencias dentro del ámbito académico, tanto para profesores como para estudiantes. Era una época en la que la información oficial en Polonia se conocía por el medio comunista y “uno quería escuchar la otra parte —dice Bogdan— y Karol Wojtyla nos descubría una realidad muy distinta a la que trataba de imponerse, referente a todo: a la persona humana ya la realidad e interpretación histórica del momento, que tuvo mucha controversia y debate a favor y en contra” (B, Piotrowski, comunicación personal, 10 de diciembre de 2012).
Otra circunstancia de encuentro entre Karol Wojtyla y Bogdan Piotrowski fue la literatura (Cf. Ferrer: 2006). Karol Wojtyla siempre fue poeta. Se conocen poemas suyos desde que tenía trece años, y, dos años antes de su muerte, publicó Tríptico Romano. En total, veinte y seis poemarios escritos en diferentes épocas. Bogdan Piotrowski se interesó en la poesía de Karol Wojtyla, especialmente, en la de la escuela polaca de poesía a la que pertenecía, contemporánea de Cezlaw Milosz y Wislawa Szimborska, ambos nobel de literatura, en 1980 y 1996, respectivamente. La primera antología de poesía polaca que publicó el profesor Bogdan Piotrowski en Colombia incluía poesías del Papa Juan Pablo II.
Beca del Instituto Caro y Cuervo
Estaba trabajando en la Universidad Jagellónica, una de las universidades más antiguas de Europa, fundada en 1364 y donde estudió Copérnico, y haciendo el doctorado en la Universidad de Varsovia, cuando me ofrecieron una beca para el Instituto Caro y Cuervo y tuve que esperar cuatro años para poder venir a Bogotá. Fue un trago amargo porque se la dieron a otra persona por influencias y por la imposición oficialista. Sin embargo, me ofrecieron becas desde México hasta Argentina, y tercamente decía: “No, ¡tiene que ser Colombia, tiene que ser Bogotá!”. Ya sabía de la tradición cultural y de su historia, y eso me llenaba de entusiasmo. Tuve que llenarme de mucha voluntad, que es muy importante, y me di cuenta que pude madurar durante esos cuatro años para descubrir qué era Colombia. Voluntad es otra de las dimensiones de Juan Pablo II. Hay que tomar las riendas de nuestras vidas; la vida es nuestra, no hay que dejarnos presionar ni influenciar, sino asumir la plena realidad de la vida. En esa época en Europa había poca información sobre América Latina y, de forma asombrosa, solo había cerca de treinta libros en el Instituto Iberoamericano de Cooperación (B. Piotrowski, comunicación personal, 10 de diciembre de 2012).
Sobre su tesis de grado en el Instituto Caro y Cuervo La realidad nacional colombiana en su narrativa contemporánea: Aspectos antropológico-culturales e históricos, el crítico literario y ensayista J. E. Jaramillo Zuluaga, a manera de premonición —por la que todo había sucedido—, decía:
Un estudiante con suerte, Bogdan Piotrowski, ha realizado el sueño de ver publicada su tesis. Durante los próximos años distribuirá sus ejemplares entre amigos y colegas, dictará cursos y conferencias que amplíen sus páginas, animará a sus estudiantes para que las lean y buscará en los diarios, las revistas y las bibliografías alguna mención de su nombre. (1988, Párr. 1)
La obra literaria de Juan Pablo II
Según el profesor Bogdan Piotrowski, uno de los rasgos más característicos de la personalidad del Papa fue la coherencia en su vida. Su pensamiento no se alejaba de su actitud y su comportamiento afirmaba siempre sus ideas. Es importante entender el elevadísimo valor que Karol Wojtyla le daba a la palabra. No solo le satisfacía el aspecto estético de la literatura, sino que insistía en la relevancia del aspecto metafísico del arte. Karol Wojtyla siempre unía el pensamiento y el arte como medios para enaltecer al hombre mismo. También, como un misterio, en la revista Contestarte usamos la frase “con la testa, con el arte, con el pensamiento y la imaginación” con el mismo fin: exaltar al ser humano.
El profesor Bogdan Piotrowski nos cuenta que en muchos delos poemas del Papa Juan Pablo II hay frases que no dejaban de golpearlo porque pensaba que eran proféticas, así que se decía a sí mismo: «Si nadie habla de las poesías de Juan Pablo II como proféticas, ¿qué derecho tengo yo de decir que lo son? Entonces consulté a Juan Pablo II, el ‘magno’, y me dijo: ‘Si el profesor considera que son profecías, pues hágalo'».
A la edad de dieciocho años, Karol Wojtyla no pensaba en el sacerdocio, sino en dedicarse al arte, la literatura y el teatro, por lo que las siguientes frases, de entre muchas, resultan reveladoras: “Vestido con un manto blanco para ser ridiculizado —él— vocero de las multitudes” (Wojtyla, 2003: p.15), “Ordenaste esperar y duraren el poder, aunque me doblabas con el peso, en las penas y la lucha de la larga noche, antes de que resplandezca la aurora con incendio” (2003: p. 15). Al respecto dice el profesor Piotrowski: “Uno podría pensar que esas frases parecen más un testamento que hechas por un muchacho que acaba de salir de la adolescencia, en la primavera del treinta y nueve” (B, Piotrowski, comunicación personal, 10de diciembre de 2012).
Bogdan, muy colombiano
El profesor Bogdan Piotrowski se conoce por ser el traductor del Papa Juan Pablo II, pero su discurrir por la literatura colombiana e Hispanoamericana es muy amplio. Un estudio sobre la Marquesa de Yolombó, de Tomás Carrasquilla, durante su estadía en el Instituto Caro y Cuervo, recibió los mejores elogios, y, desde entonces, numerosos escritos, compilaciones y editoriales sobre literatura colombiana han sido publicados. Casado con una colombiana y con tres hijos nacidos en la sabana de Bogotá, él dice sentirse enamorado de Colombia. Pero las raíces son fuertes y se notan cuando escribe sobre la vida de los polacos en Colombia, tanto de la de los soldados y oficiales que estuvieron al lado de Bolívar, como la de sus paisanos en los tiempos modernos. Y los polacos que lo visitan no pueden creer que viva en una montaña a dos mil seiscientos metros sobre el nivel del mar, cuando en Polonia la montaña más alta no llega a los seiscientos metros.
En diciembre de 2012, cuando se realizó la entrevista, el profesor Piotrowski acababa de llegar de la república de Santo Domingo, donde había sido nombrado miembro de la Academia Dominicana de la Lengua. Una gran ilusión y un reto más, porque allá, como en la Academia Colombiana, tienen como lema: “la lengua es la patria”. “Y yo también les aclaré —dice Bogdan Piotrowski—, y díganme si no es misterio que Miguel Antonio Caro, el fundador de la Academia Colombiana de la Lengua, en el acta fundacional consignó: ‘Como dicen los polacos, la lengua es la patria’”.
Biografía de Bogdan Piotrowski
Bogdan Piotrowski es licenciado en Filología Romance de la Universidad Jagellona de Cracovia (Polonia), especialista en Literatura y en Lengua Francesa de la Universidad de Grenoble (Francia), magíster en Literatura Francesa de la Universidad Jagellona de Cracovia (Polonia), postgraduado en Literatura Hispanoamericana del Instituto Caro y Cuervo de Bogotá (Colombia) y doctor en Ciencias Humanas de la Universidad de Varsovia (Polonia).
También es miembro de la Academia Colombiana de la Lengua; de la Asociación Polaca de Escritores, Periodistas y Traductores en Europa (APAJTE);de la Academia de Literatura Polaca y Eslava en Bolonia (Italia);del Instituto Ricardo Palma, en Lima; de la Academia Hispanoamericana de Letras y Ciencias; de la revista Litterae del Instituto Caro y Cuervo; de la Cátedra Juan Pablo II, el magno, en la Universidad Sergio Arboleda; de la Corporación Cultural Inter Colombia y es Secretario General de la Unión de Escritores de América —UNEDA—. Actualmente es decano de la Facultad de Ciencias Humanas de la Universidad de la Sabana. Habla francés, ruso, rumano, español y su natal polaco.
Nota del autor:
A su arribo a Colombia, Juan Pablo II fue recibido en el aeropuerto Eldorado por el arzobispo de Bogotá Mario Revollo Bravo. De este arzobispo, por razones del destino, tengo la invitación de su ordenación sacerdotal en Roma, el 31 de octubre de 1943, como legado del científico y Monseñor Enrique Pérez Arbeláez, quien fue fundador del Jardín Botánico de Bogotá y profesor de la Universidad Nacional de Colombia.
Para hablar del profesor Bogdan Piotrowski se me han venido mezclando, como un misterio, situaciones y personajes que aparentemente nada tienen que ver. El Papa Pablo VI, Juan Pablo II, el arzobispo Mario Revollo Bravo y el científico monseñor Enrique Pérez Arbeláez. Será porque de alguna forma todos están en mis recuerdos y el más cercano es el del botánico y monseñor que emuló en otra época y en otras circunstancias a José Celestino Mutis.
Referencias Bibliográficas
Ferrer, María del Pilar. (2006).Intuición y asombro en la obra literaria de Karol Wojtyla. España: Ediciones Universidad de Navarra.
Jaramillo J. E. (1988). La realidad nacional en su narrativa contemporánea. (Aspectos antropológico-culturales e históricos). Bogdan Piotrowski. Cuadernos del Seminario Andrés Bello, núm. 2, Instituto Caro y Cuervo, Bogotá, 1988, 290 págs. Versión electrónica disponible en: http://www.banrepcultural.org/blaavirtual/publicacionesbanrep/boletin/boleti5/bol20/resena22.htm
Wojtyla, Karol /Juan Pablo II. (2003).Pensamientos de Luz, compilación, traducción y estudio crítico de Bogdan Piotrowski. Bogotá: Grupo Editorial Norma.
Fundación de la Academia Colombiana. Versión electrónica disponible en: http://repository.javeriana.edu.co/bitstream/10554/1219/1/FAC.pdf