Queriendo alejarme del agobio que me produce la ciudad, el proyecto La frontera me lleva a buscar el desahogo que me trae el paisaje de la Sabana de Bogotá. Así, este tiene su origen en un viaje que realizo saliendo de una ciudad que en constante crecimiento está desplazando su frontera. Pero si la ciudad continúa creciendo y la frontera se sigue desplazando, ¿en dónde comienza el viaje?
Este viaje, que es una búsqueda, me ha llevado a encontrar elementos de lo rural y lo urbano que se mezclan en esta frontera. Aparecen sin una lógica aparente, signos de que la naturaleza de esta frontera es estar en constante cambio, mientras voy viajando sin saber qué voy a encontrar. Tengo la idea y el anhelo de encontrar el paisaje alejado de la ciudad, pero lo que encuentro es la amenaza de la ciudad que se abalanza sobre este otro lugar, el cual estoy buscando para desahogarme.
Fotografía: Juan Pablo Nieto
Me ubico en la carretera a cierta hora con una luz que me permite mostrar los elementos que me parecen más pertinentes de esta frontera: dibujo con las luces de los carros, de los postes, de las construcciones lejanas, que iluminan la carretera, los cercados, los árboles y potreros, las casas, los edificios lejanos, la neblina. Encuentro de pronto grandes elementos, como puentes y estaciones de servicio, y estos me recuerdan que están ahí para que yo pueda realizar este viaje, el viaje es en sí una construcción.